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sábado, 14 de junio de 2014

Procrastination: El ladrón del tiempo

Hay cosas que roban el tiempo: el hábito de posponer, el terrible "lo dejo para mañana", la manía actual de poner excusas a todo, incluso a atender la familia, incluso la propia salud; se transforma en una conducta tóxica, la duda, el exceso de prudencia, falta de confianza, mediocridad... una palabra inglesa, "Procrastination". 

Cuando no somos capaces de alcanzar nuestros objetivos, la proscratination es la causa. ¿Cómo debe entenderse este problema? Puede que en una situación se pueda decir que es malo; pero cuando se enfrentan los momentos decisivos, allí vienen las fallas... o las dudas... o las excusas... o "mejor lo dejo para mañana... o pasado... o 30 años después"

Es un problema que afecta al hombre en todos los niveles pero curiosamente, no hay ningún debate filosófico sostenido en relación con el tema. Bueno, seguro que no soy el único que piensa que esto es un buen tema, y creo que valdría la pena ensayar al respecto.

Pero, ¿No será acaso que al ser humano promedio también le resulta penoso admitir una falla tan seria como esta como para incluirla en sus cavilaciones? después de todo, pensar en un problema equivale a admitir que existe. 

El problema de la procrastination en la investigación filosófica. ¿Cómo analizarla para ver su carácter voluntario y sus dimensiones negativas? ¿Es la causa de la derrotas personales? ¿Es una forma de debilidad de la personalidad? ¿Es el producto de la falta de voluntad? ¿Es un vicio, un hábito negativo? ¿Cómo puede derrotarse?

En realidad, todo comienza cuando los pensamientos, o el exceso de ellos, se imponen a la acción; cuando se piensa que hay muchas posibilidades, todas ellas beneficiosas. Entonces, la conducta humana ha evolucionado a esperar por una mejor opción o algún indicio que "aclare" el panorama y permita decidir.

Porque si algo se evidencia, es que el ser humano actual es inseguro para decidir, no le gusta tomar la iniciativa, no le gusta actuar. Quizá porque "se pueda perder demasiado" o el "dolor" que las acciones puedan causar, incluso el temor a fallar o el temor al éxito. 

pero en realidad, no son cosas reales. De hecho, es parte de la misma dialéctica mental, de la conversación que se instala en la mente y no un hecho que esté pasando. En este sentido, la mejor estrategia para romper este mal, consiste en usar el tiempo lo máximo posible. 

la mejor estrategia para hacerlo sigue este método:

Se trata de aplicar los siguientes cinco principios:

  1. Decide las tareas (o tarea) a ser realizada.
  2. Usa cualquier tipo de reloj o cronómetro y calcula para n cantidad de minutos (se recomienda 25).
  3. Trabaja en la tarea dentro de la cantidad de tiempo que escogiste; registra tu desempeño.
  4. Toma un receso CORTO (3–5 minutos).
  5. Completa un ciclo de cuatro rondas. Terminada, toma un descanso LARGO (15–30 minutos).


La motivación humana es altamente influenciada por la que se perciben las recompensas, cuanto más difícil es la recompensa, más se descarta su valor. Pero justamente este es el pensamiento que hay que derrotar, porque justamente son las cosas valiosas las que se obtienen a través de un esfuerzo duro y continuado, como bajar de peso o fundar una empresa u obtener un título académico.


Finalmente, la estrategia que uso y he explicado unas líneas arribas permite justamente realizar un esfuerzo sostenido, constante y durante largo tiempo. Esta es la clave para vencer este problema. Y mientras más sencilla de corta duración sea la tarea, mejor, pues inconscientemente asumes que "no es difícil"; además que al cumplir con la tarea, obtienes un sentido del logro, de la superación que fortalece mucho. El efecto positivo final es que, a medidas que tu trabajo se prolonga, adquieres maestría, entonces lo haces mejor y lo que en un principio te costaba, luego lo haces naturalmente. 

Pero todo comienza con ir paso a paso. Día tras día, hora tras hora, minuto tras minuto. Una tarea a la vez. Si tienes un sueño, o algo muy grande que hacer, lo  divides en metas que lo compongan, y luego lo vuelves a dividir esas metas en objetivos aún más pequeños y luego en tareas más específicas todavía que serán bastante manejables. Y luego, el éxito será cuestión de tiempo.

Un ejemplo: si quieres bajar de peso, no comiences a mil. fallarás. ¿Qué tal salir a caminar durante 15 o 20 minutos todos los días por una semana o dos? luego, aumenta el tiempo media hora. Luego, trota suave... y cuando vengas a ver, estarás corriendo maratones con un cuerpo espectacular.

Mejor si tienes una vida muy ocupada: dedica a cada ocupación una parcela de tiempo y solo a ella, cambia cuando se acabe el tiempo y vuelve a tomarla en un nuevo ciclo... esta gestión de tu tiempo y tu esfuerzo te quitará el enemigo de la falta de tiempo y serás imparable. 

Nos leemos en una próxima entrega. Recuerda, si te ha gustado este post, por favor dale al botón indicando que te ha gustado y compártelo en tus redes sociales. Y si eres más generoso aún, puedes colgar tu comentario, estaré muy agradecido y contento por ello y te contestaré prontamente!

viernes, 13 de junio de 2014

Selfie

Aún cuando no parezca, vivir es un acto políticamente incorrecto: según las estadísticas y lo que dicen, no debería estar vivo.

Así que cada día es un regalo, una gloria de esta bendición, que es la vida.

Dar es el acto de vivir donde afirmo que estoy vivo y digo que estoy aquí para hacer algo, dar algo:

Vivir es manifestarse y dar es afirmación de la vida.